Belleza y perfección: José Rubio

Dos palabras pueden explicar el éxito que José Rubio ha logrado en los últimos diez años: belleza y perfección. Sus pipas son admiradas en todo el mundo y su cotización refleja el interés de los aficionados por ellas. El mismo día que una de sus últimas creaciones viajaba desde Oviedo hacia Vietnam, José Rubio abría su taller para explicar sus secretos.

José Rubio delante de una de sus máquinas.

José Rubio lleva en el mundo de la pipa toda su vida. Primero como fumador, posteriormente, comenzó a restaurar. Primero trabajos sencillos, después más complejas. Restauraba para él y luego comenzó a hacer trabajos para sus amigos. Aún hoy se entretiene con alguna labor.

La restauración es una de las grandes canteras para los maestros artesanos. En el caso de Rubio, le permitió aprender la técnica, a conocer la manera de trabajar de diferentes casas. De forma natural, comenzó a fabricar sus primeras pipas. Para él, para sus amigos. Nunca se planteó ser un profesional. Simplemente era su afición y a la que entregaba buena parte de su tiempo.

Profesionalmente, trabajó en una empresa de vidrio. No es un detalle baladí. El mundo del vidrio es muy exigente, la calidad es máxima. El mínimo fallo es inadmisible. De esa manera, se puede entender su espíritu perfeccionista. Esa búsqueda de la perfección le ha llevado a calcular al milímetro la apertura de la boquilla para asegurar la mejor calada, para que llegue el humo en la cantidad perfecta para una buena fumada y disfrutar del tabaco.

Rubio sólo admite una pipa perfecta y con un destino claro: «Yo hago pipas para fumar». Su fama se extendió y comenzó a vender pipas. La crisis económica de 2007 fue determinante en su profesionalización. Sus primeras pipas se marcaban con un punto dorado, aunque este año ha comenzado a grabar sus iniciales.

En el mercado de Estados Unidos es todo un ídolo. Su principal canal de difusión es facebook. Sus pipas oscilan entre los 300 y 500 euros. Sí, es una buena cantidad pero que se justifica por el trabajo que acumula cada pipa.

José Rubio, delante de sus brezos.

Rubio recibe el brezo de diferentes proveedores. Fundamentalmente de Italia, pero también de Argelia. Su objetivo es la máxima calidad y parte de un buen brezo. Aunque no es sencillo de lograr. «Mira», me dice mientras me enseña una pieza que había comenzado a trabajar, «tengo que tirarla. Son cincuenta euros que se van a la basura». En lo que debería ser la parte exterior de la cazoleta aparece una mancha de humedad que Rubio no se permite. Tal vez se la guarde para hacer ejercicios, para practicar. «Otras veces es mucho peor, tengo que tirar la cazoleta cuando llevo un par de de días de trabajo. Eso sí que me da rabia», asegura. No tiene un ritmo fijo, pero calcula que, sin problemas, hace una pipa cada dos o tres días.

A la entrada del taller, las plantillas con las diferentes formas cuelgan de un tablón. «Lo que más me gustan son las formas clásicas, aunque procuro añadir toques personales. A veces hago una freehand, pero pocas. También tengo modelos propios, como la Nautilus«, explica.

Rubio también hace la boquilla, a partir de barras de ebonita que importa de Alemania. Personaliza toda las partes con diferentes elementos: un escudo de Asturias, un aro de latón… El resultado siempre debe ser bello, ligero y, sobre todo, que se pueda fumar. Aunque la mayor parte de su maquinaria es la habitual de un taller, también ha diseñado alguna máquina en especial que le permite lograr sus espectaculares acabados. «He recibido alguna propuesta de artesanos interesados en venir a aprender conmigo, pero de momento las he declinado», comenta.

Tener una pipa de Rubio en las manos es una sensación especial, la que surge de la combinación del placer de fumar, la belleza y su levedad.

Salvo la forma de la firma y la colección de pipas, el resto han sido facilitadas por José Rubio. Son las imágenes con las que él divulga el trabajo. Las hace con su móvil, a la luz del día. «No quiero engañar a nadie», asegura.

José Rubio es actualmente tesorero del Asturias Pipa Club.

3 comentarios sobre “Belleza y perfección: José Rubio

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    1. O zurras tú a Manuel, o le zurro yo. Jejejeje.

      Lo cierto es que es un sueño lejano (por ahora) el poder disponer de una pieza de Rubio. Sus pipas son el Rolls Royce del mundo piperil.

      Seguiré suspirando mientras veo su instagram o página de Facebook!

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