Cata – Maltese Falcon – G. L. Pease

Nombre de la mezcla: Maltese Falcon

Marca: G. L. Pease

Maestro mezclador: Gregory Pease

Manufactura: Cornell & Diehl

Tipo de mezcla: Inglesa

Corte: Ribbon

Ritmo de fumada: Medio

Maltese Falcon by G.L. Pease.

Uno de los tabacos que están en mi rotación diaria, desde la primera vez que lo fumé. El balance entre acidez, dulzor y ahumado hicieron que este tabaco se convirtiera en uno de mis tabacos predilectos.

Siempre me decanté por las labores inglesas de la extinta casa Dunhill y aquellas de Hearth & Home de las cuales tome como estandarte Daybreak y London Mixture en cuanto a labores inglesas se refiere. Siempre me gustó ese sabor agridulce con ese toque ahumado que me proporcionaban al retrogusto.

Listo para la fumada.

Maltese Falcon se presentó en mi búsqueda de labores inglesas, cuando comencé a indagar más sobre labores cuyo contenido (latakia, oriental/turkish, virginia) fuera el mismo que London Mixture y Daybreak; digamos que me dispuse a buscar un match a estas labores llevándome una muy, muy grata sorpresa.

En frío:

Ribbon cut.

El olor más fuerte que llega a la nariz al abrir la lata es una especie de mezcla entre leña, pasas y ciruela. Me recuerda al olor de la leña cuando se utiliza en una estufa mientras se cocina algo; el aroma leñoso es un tanto dulce y por momentos me pareciera olor a pasas pero, en otros, me recuerda el olor de la ciruelas. Después de unos minutos de oler el tabaco en la lata, llegan a la nariz olores a cuero y un aroma que a mí me recuerda al olor del periódico o libros viejos, de esos que ya sus páginas se han tornado amarillas. Esa mezcla de aromas a libros, periódico, leña y pasas es muy intensa y puede ser un poco picante en las fosas nasales.

Primer fuego (encendido):

En el encendido se perciben de inmediato sabores agridulces acompañados de un sabor leñoso no muy intenso. El sabor agridulce domina por completo el encendido, inclinándose más, a un sabor ácido con ligeras notas dulces. A media que avanza la fumada, el tabaco pierde acidez y el balance entre acidez y dulzor se combinan en un muy agradable sabor agridulce con un toque ahumado.

La latakia se percibe sin ningún problema pero no es protagonista en la fumada cuando se fuma a un ritmo lento. Fumando en un ritmo entre medio y lento, se siente un sabor ahumado que se intensifica en el retrogusto y se combina muy bien con ese sabor agridulce. Si el ritmo baja a muy lento, el sabor agridulce domina por completo la fumada. Por otro lado, si el ritmo aumenta entre medio y rápido, el sabor de la latakia se intensifica, presentándose con ese característico ahumado y un dulzor diferente al de ese sabor agridulce. Si se fuma rápido, el sabor ahumado se intensifica de sobremanera pero junto con éste, vuelve esa acidez que si bien no es molesta ni desagradable, hace que se pierda el dulzor y la fumada se torne un tanto ácida o avinagrada.

Fuegos (encendidos) posteriores:

Suceden dos cosas con este tabaco. La primera: si se fuma de forma rápida en la que la fumada se torna ácida, esta acidez se conjunta con la humedad generada durante la fumada provocando que, el re-encendido sea muy amargo y un tanto desagradable. Si esto sucede, hay que dejar descansar la pipa por unos minutos para que, la humedad disminuya y baje la temperatura del hornillo. La segunda: en todos los casos, aun fumando en un ritmo lento a medio, el re-encendido es un poco ácido acompañado de un leve dulzor y un sabor ahumado muy tenue que se intensificará a medida que avance la fumada.

Si se baja el ritmo a muy lento, el sabor agridulce se hace presente de nuevo, siempre, acompañado de un sabor ahumado que no domina. El sabor agridulce es siempre el protagonista cuando se fuma a este ritmo; si éste baja aún más (como cuando se practica para un concurso de fumada lenta) el sabor agridulce puede llegar a escaldar la lengua. Si bien el tabaco no quema la lengua y no muerde, fumarlo en un ritmo demasiado lento me ha irritado la lengua en un par de ocasiones.

Cuando se fuma a un ritmo medio con variantes hacia un ritmo rápido, o lento de vez en cuando, se logra crear matices muy interesantes entre el sabor agridulce y el sabor ahumado, llegando a encontrar el punto en que ninguno de estos es protagonista y convergen en un muy agradable sabor tanto al paladar, como al retrogusto.

Conclusiones:

Definitivamente, este este es un tabaco para disfrutar con una buena taza de café o una cerveza lager (si es que se fuma por las tarde después de almuerzo). Es una labor que al novato le cautivaría por ese sabor ahumado y agridulce y, definitivamente, al fumador acostumbrado a labores inglesas le parecerá muy interesante ya que, puede ofrecer una amplia gama de matices.

Como lo mencioné en la cata de Odyssey, este tabaco, sería el primero a degustar en la trilogía Maltese Falcon-Samarra-Odyssey. Es una trilogía muy recomendada para todo amante de la latakia. Siempre he sido fanático de las labores de G.L. Pease y, sin lugar a dudas, este tabaco se ha convertido en uno de mis tabacos de cabecera.

¡Buenos humos y felices tragos!

5 comentarios sobre “Cata – Maltese Falcon – G. L. Pease

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  1. Había oído cosas interesantes de este tabaco, y tu cata las reafirma.

    Por ahora no lo tengo como uno de los «apuntados» para probar en fechas próximas, pero si que me guardo la intención de fumarlo para más adelante.

    Gracias por la cata. Muy buena

  2. Virginias/orientales/latakia buena mecla, uno de mis preferidos era el Presbyterian mixture de Planta (Alemania). Desgraciadamente desde este año es producido y distribuido por Mac baren y esa mítica labor desgraciadamente ya no es la misma (mucho peor ahora).

    La noticia de que Mac Baren compra Planta aquí: https://mac-baren.com/mac-baren-tobacco-company-take-over-planta-tabak/

    Probaré esa labor del artículo a ver si es un mejor sustituto!

    Saludos!

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