Una nueva maravilla

2021 se acercaba a su fin, allá por noviembre, cuando llegó ese pedido que había hecho a Smokingpipes. Como de costumbre, el paquete llegó en una caja exageradamente grande para el volumen real del contenido. Pero ya estamos todos habituados, supongo.

El paquete contenía, además de papel tan abundante como inútil, una bolsa con dos. Sólo dos puros. Pero ¿Por qué, si soy 99% fumador de pipa, compraría puros? Pues este era especial. Era algo que inevitablemente llamó mi atención y azotó mi curiosidad por una simple y sencilla razón. ¡Tenía latakia!

Entiendo que el uso de tabaco de pipa en la fabricación de puros no es algo nuevo ¿Pero, latakia? Es que no  ¡Debo probar eso! Fue entonces que hice aquel modesto pedido (para probar). Sólo dos… Y acababan de llegar. Eran dos Stillwell Star English No.27, toro 6×52 con capa Habana (mi conocimiento en puros es limitado). Así que no me contuve y en seguida lo corté y encendí. Me pareció fantástico. Algo diferente. El ahumado del latakia se dejaba sentir sin opacar los demás sabores. Me pareció que no debía ser el único que probara esta delicia; así fue que, al día siguiente, fui donde mi amigo Martín Cornelio, de Cornelio’s Cigar Factory, productor de varias marcas propias de puros (y blender de otras más) y le obsequié el cigarro restante. 
Martín no tuvo la misma epifanía que yo debido a su paladar experto en puros. Sin embargo (y sin saberlo) ya había plantado una idea en su cabeza.

No fue sino hasta dos semanas más tarde que otro amigo, Benny Batista, Valdespina Cigars, al escuchar las impresiones que le compartimos de la fumada, ordenó toda una caja, la cual, al llegar, fue repartida en partes…, desiguales.

Tras varias fumadas les hablé de ese sabor (desconocido para ellos) del latakia. Así fue que, como Prometeo, decidí robar el fuego a los dioses y enseñarles sobre este tabaco… Y comenzó la conspiración, las opiniones y, desde luego, los experimentos con varias hojas para, no emular, sino crear un producto que se adapte al gusto local con el toque dominicano.

Tras varios meses de inevitable ensallo y error, se dio con algo bueno ¿El resultado? un cigarro que complacía a los tres (se requería mi opinión como el único de los tres conocedor de latakia) ¿La vitola? Salomón ¿El nombre? Black Knight, para el cual diseñé un anillo basado en los ya existentes de Valdespina Cigars.

VBN

Pero la característica más importante (para mí) es que se puede cortar el puro y cargarlo como tabaco de pipa. Obviamente no es algo como Billy Budd o Wrapper, sin embargo, me gusta el resultado, que da fumada bastante placentera y que agradará a más de uno.

A la fecha de redactar estas líneas, los Black Knight se encuentran en producción, y aunque aún no están en el mercado lo estarán en los próximos meses. Un producto que da una nueva dimensión la fumada de puros y que esperamos llene las espectativas.

7 comentarios sobre “Una nueva maravilla

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  1. Abriendo camino amigo Wendell!!

    A ver si llega por éstas latitudes y podemos probar ese experimento que tan bien nos has explicado.

    Aquí nos quedamos a la espera.

    1. Esa es la idea, que llegue a todos lados. Esperemos que el proyecto se desarrolle sin mayores contratiempos. Gracias por el comentario.

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