Cata – Balkan Sasieni – Scandinavian Tobacco Group

Nombre de la mezcla: Balkan Sasieni
Marca: Scandinavian Tobacco Group (STG)
Maestro mezclador: Peter Stokkebye
Manufactura: Scandinavian Tobacco Group (STG)
Tipo de mezcla: Balkan
Corte: Ribbon
Ritmo de fumada: Medio

Una de las labores que hacen tributo al viejo Balkan Sobranie. Esta labor se ha vuelto muy popular lo que, ha llevado a que muchos fumadores se creen expectativas muy altas, pero que al probarlo, sienten que simplemente no cumplió del todo; aun así todas las personas que lo han fumado tienen una buena impresión de esta labor.

Un tabaco fácil de fumar y que puede servir como tabaco de cabecera. Ideal para fumar por la mañana con un buen café, por la tarde con una refrescante cerveza y por la noche con un buen whisky. Un maravilloso tabaco para los que se inician en este tipo de labores, ya que, no es agresivo al paladar y el contenido de latakia no es tanto que pueda llegar a ser abrumador para el que no está acostumbrado a este tipo detabaco.

En frío:

Esta labor tiene un aroma muy agradable, se percibe un olor a cuero y sal. En ocasiones se percibe un olor similar al de papel muy viejo de ese que ya está amarillento. Hay un sutil aroma dulce parecido al aroma de las pasas y se mezcla con un olor a madera húmeda. La combinación de estos olores recuerda un aroma a leña como la que se usa para un asado. El aroma invita de inmediato a cargar una pipa que promete estar llena de sabor, pero sin que ningún aroma en particular domine más que otro. Hay labores donde los aromas a leña sobresalen de todos los demás o donde el aroma a cuero es el que más se percibe; Maltese Falcon es un claro ejemplo de aun aroma a cuero dominante. Sin embargo, en la labor Balkan Sasieni ningún aroma sobresale más que otro al menos así lo percibe mi nariz.

Primer fuego:

El primer encendido es suave, salta de inmediato un sabor a leña acompañado de un dulzor ahumado que me recuerda a la cajeta (dulce de leche) quemada. Por momentos el sabor a leña cambia a un sabor a madera mojada que se combina con ese dulzor ahumado. Si se acelera el ritmo un poco, el sabor a leña regresa haciéndose presente y provocando en mi memoria, el recuerdo de la leña que se consume bajo un asado cuando la grasa de la carne cae sobre las brasas.

Es muy notoria la presencia de latakia en esta labor, pero esta no domina en la fumada, más bien, se mezcla con un sabor dulce acompañado de madera. El humo deja una sensación oleosa en la boca y un sutil picor en la parte posterior de la lengua.

El dulzor que se percibe, lo aporta el virginia que se distingue bien del resto de tabacos contenidos en esta labor, no obstante, me atrevería a decir que este dulzor por momentos es un poco cítrico muy parecido al dulzor que aporta el izmir. Si bien no he encontrado por ningún lado que tabacos orientales se usaron, con excepción de macedonia, me atrevo a decir que hay izmir en la labor, aunque no soy ningún experto y puedo estar equivocado.

Fuegos posteriores:

El reencendido no es fuerte, pero tampoco es suave como el primero; el sabor ahumado se hace presente acompañado de un ligero picor que recorre toda la lengua. Si el ritmo se acelera, ese picor también se siente en las fosas nasales e incluso, en el paladar. Un ritmo medio-rápido favorece el contenido de latakia la cual, se percibe en un agradable sabor ahumado, leñoso, siempre acompañado de un dulzor y toque maderado.

El dulzor ahumado por momentos se torna un poco amargo como la melaza, pero basta con bajar el ritmo para que ese amargor desaparezca y el sabor a leña se torne en un sabor a madera mojada.

Ya al final de la fumada, la última porción de tabaco contaminada por humedad, se vuelve un poco picante y amarga e incluso, da la sensación de estar fumando jabón. Para evitar esto y conservar el sabor ahumado y dulce, basta con bajar el ritmo y fumar lento aun que el picor no desaparece del todo.

Conclusiones:

Una labor que proporciona una fumada fácil, placentera y sin complicaciones. La etiqueta de la lata es elegante, digna de presumir al centro de la mesa donde quiera que uno se encuentre. El aroma invita de inmediato a cargar la pipa y el aroma que el humo desprende es agradable para quien esté cerca del fumador. La fumada es consistente aunque de fumarla en un solo ritmo se torna plana y aburrida. Es recomendable jugar con los ritmos durante la fumada, pero si uno prefiere los sabores ahumados, es recomendable mantener un ritmo medio y en momentos acelerarlo para que el ahumado se intensifique sin dejar de lado, bajar a un ritmo lento de vez en cuando para poder apreciar el dulzor que esta labor nos ofrece. Acompañarlo con un Whisky de una «sola malta» o una cerveza estilo porter o stout le va bien, ya que resaltan las notas ahumadas de la labor y el dulzor del virginia se acompaña bien con el dulzor de la malta contenida en estas bebidas.

¡Buenos humos y felices tragos!

2 comentarios sobre “Cata – Balkan Sasieni – Scandinavian Tobacco Group

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  1. Como siempre, fantástico. Sin haberlo fumado nunca, me hago una idea de lo que ofrece. Y, desde luego, me apetece probarlo.

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